-"SOÑE (REPARADORAMENTE) CON MI ENVIDIA"-

Soñe. Extraño y denso sueño , estaba al despertar , ahÍ, el argumento de una novela ,como caido del cielo, interesante, pero ¡como que farragoso esfuerzo se presentaba el escribirla! . Comprendí que no me pertenecía la empresa , que no era , ni mi don, ni mi placer , ni mi pasion. Oscuramente un soneto , por primera vez en mi vida, no me parecia un imposible pero que nunca me pondria a ello si no hallaba la causa de fuerza mayor,¿ Porque catorce? ¿ Y no quince?, ¿o siete?. Nunca seria ni el comero mayor, ni el mejor puntuador del reino. Ya no seria Keats, ni Pizarnik, ni Rilke, no moriria ni con ventiseis, ni con treinta y siete, ni con cincuenta y uno. Creo que todo el sueño conducia a la envidia, sin el sentimiento de la envidia. La envidia no tiene sentido alguno para quien quiera que intente tener un alma. La envidia es quiza lo unico que siento como un pecado contra el sentido de la vida... de cada uno. La envidia es falta de personalidad, una amargura inutil, un desperdicio del caracter. un dispendio dispersador de nuestra más honda energía. Tengo un don, tal vez sea especialisimo y concretisimo,y minusculo, tal vez no me reporte, ni comprension, ni fama ,ni dinero, ni posteridad, nada, solo un fluir y fluir para escribir una hondura cada vez mas honda, tengo un don, ni siquiera sabría decirte en que consiste pero es mio y nadie puede cuidarlo por mi. Asi continuaré escribiendo, hacia donde quiera que me conduzca la escritura. Escribire asi. Tal cual, principiante , inocente, desaliñado y en bruto, por puro placer. Hay resistencias que no siento necesidad de vencer ,(salvo cuando la envidia me pone en duda) sino de vadearlas, -no puedo y no quiero y no debo-, Pero hay una resistencia a demoler y a atravesar y sé que coincide exacta con mi don, la envidia me dispersa , es el pecado contra mi don, el trabajar sobre el , sin importarme otra cosa, ha de ser mi voluntad mas pura, que es confianza,placer, entusiasmo. ¿ A donde me conduce? No lo se. Confianza.Obediencia. -Jose Alegre-