Recomiendo leer la carta VIII al joven poeta de Rilke,
sobre todo -ese Final Maravilloso-
una de las cosas mas puras que se han escrito jamas.
este escrito intenta hermanarse un poco con el.
-LA MANO AMIGA-
Creo que el destino me envia la angustia,
hace que no pueda zafarme
de ella facilmente,
para que una y otra vez
trabajando sobre ella,
luchando con ella,
con mi angustia,
entonces y solo entonces,...
Alcance yo a decir palabras,
-destile yo del fondo de mi alma el Antidoto-
palabras que arrojen luz sobre la tuya,
sobre tu angustia,
paz sobre tu angustia....
Ay, que me posibiliten ser
esa Mano Amiga
que seque el sudor sobre esa frente
esa Mano Amiga que acariciando
esa frente que se angustia y siente miedo,
suavemente los detiene....
hasta la mañana.
Y nos quedamos los dos, mirandonos
bien cercanos,
complices de silencios.
-Jose Alegre-