Mas que de nuestras obras,
hijos somos de la fuerza de nuestros deseos.
Ellos nos llevan
en volandas o arrastrandonos,
por ellos hacemos el camino,
o nos desviamos de el,
nos llevan a encontrarnos o nos pierden...
Los oimos o los desoimos,
les somos fieles o infieles,
incluso a veces les damos la vuelta
otras dan la vuelta al mundo
para encontrarnos
en el punto de partida.
Algunos deseos del alma son fundamentales.
Tienes que darlo todo.
-Jose-